La Marea de Pérez Henares

200.000 razones para la esperanza

Con el empleo algunos empiezan a tener la misma reacción que con la prima de riesgo aquella ¿se acuerdan?, que no se les caía de la boca los 300 profetas del Apocalipsis, economistas de cabecera de las tertulias que nos auguraban que el rescate a lo más tardar mañana. Pues eso comienza a suceder mediáticamente con el paro. Que según porque barrios y bizqueras solo ha de hablarse de ello cuando es para mal y peor que se va a poner. Si las noticias son buenas, mentarlas como mucho de refilón, solapándolo con lo que se pueda para que se difumine, no vayamos a esperanzarnos un poco y procurando añadir al menos cinco peros después de haber admitido a regañadientes que los datos no son malos y ya, haciendo un esfuerzo y con gesto que contradice a la palabra, decir que se alegran por ello. Vistos los retortijones y recovecos más bien pareciera que les sabe a rejalgar la noticia.

El disgusto de ayer ha debido ser, para algunos, mayúsculo. Porque lo cierto es que ya no hay quien sostenga que debemos de abrirnos las venas porque haya cerca de 200.000 cotizantes más en la Seguridad Social, lo que significa nada menos que 6.650 personas que cada día, más de 280 a la hora, que han comenzado a aportar a la caja común, eso pozo esencial y definitivo donde se juega la sostenibilidad de nuestro Estado de Bienestar y donde hay que lograr cuanto antes que lo que vayamos metiendo sea más de lo que sacamos. Porque si es, como ha sido, al revés, al final lo pozos se quedan secos y ya me contaran ustedes de que nos sirve, si no queda ni gota, salir reclamando y proclamando “derechos de riego”. Para asegurar que eso no nos suceda queda mucho, mucho trecho. A día de hoy todavía no alcanzamos ese primer listón, creo que mínimo, de 17 millones cotizando. Todavía y a pesar de los últimos incrementos estamos en los 16,6 millones.

El dato de paro de mayo que se une a los meses anteriores, a nueve más en términos desestacionalizados, tras bajar en este aspecto en 111.916, deja la cifra de parados apuntados en las listas en los 4,57 millones de parados. Y todo parece indicar que todavía hay más posibilidad de recortar la cifra substancialmente en meses venideros. El paro ha bajado en todos los sectores, en todas la comunidades y tan solo y de manera muy mínima ha subido apenas entre quienes buscan el primer empleo, lo que también puede tener una lectura positiva: que se apuntan a las listas porque existen esperanzas de encontrar trabajo.

Por ello, porque es evidente e innegable la recuperación, como lo fue, e igualmente negada y renegada por los mismos, la crisis, yo me alegro. Y de inmediato apunto lo que hoy, más que las cegueras partidistas, debiera de verdad motivarnos. ¿Cómo logramos que ese impulso se acelere, se consolide y se intensifique?. Porque después de congratularnos con el dato puntual hay que contemplar en su estremecedora crudeza el general y la angustia que millones de familias siguen soportando. Me da igual que los midan las EPAS o estos listado de parados. La cifra y el porcentaje es insufrible, es una atrocidad que tiene a España, y desde hace ya muchos años, sin aliento y en la desesperanza, y en ello habría de emplear todo el esfuerzo y voluntades.

Uno, en su humildad económica e inexperta, piensa que si hemos abaratado el despido quizás fuera bueno abaratar el contrato y que no saliera tan caro, que además el bajar impuestos puede ayudar y bastante, y que si concluimos en que la “moderación salarial” no sea ahora para rebajar sino para subir donde se pueda, aunque sea poco, a lo mejor la velocidad de crucero de creación de riqueza y generación de empleo, se dispara y esas expectativas de que vamos a reptar años por cifras de más de un 20% de paro se diluyen como una mala pesadilla.

(Publicado hoy en los diarios de Promecal de Castilla y León y Castilla-La Mancha)

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Lo más leído