Este jueves 19 junio 2014 Isabel San Sebastián titula Legitimidad de ejercicio su columna de opinión en el diario ABC.
Los antiguos Príncipes de Asturias, de quienes heredó Don Felipe el título que ha ostentado hasta hoy, eran alzados sobre el escudo por cuatro de sus guerreros, mientras los hombres que habían conducido en la batalla les aclamaban a gritos. Vinieron después varias dinastías de monarcas coronados en una catedral, por el máximo representante de la Iglesia en el reino, con el claro propósito de escenificar ante el pueblo que el nuevo soberano recibía su poder del mismísimo Dios de los Ejércitos.
Añade:
Felipe VI de España será proclamado hoy Rey en el Congreso de los Diputados, sede de la soberanía nacional, por deseo de la ciudadanía expresado libremente en las urnas, recogido en la Constitución y encarnado en nuestros representantes electos. La legitimidad de su corona no procede pues de sus hazañas militares ni tampoco del designio divino, sino de la voluntad popular.
Y concluye:
Lo que significa que, si quiere conservar ese favor, habrá de convencer a la ciudadanía con sus hechos. Ganarse el trono, día a día, demostrando que un rey resulta más útil a España que un presidente de república.[…] Sabe cómo hacerlo. Le han enseñado, desde niño, que su trabajo consiste en dejar el pabellón español en el lugar más alto. Le han inculcado también, y en ello pusieron gran empeño su madre y su abuelo, Don Juan, que el deber ha de ser siempre lo primero. El deber de servir a España, por encima de todo.