Este 2 de julio de 2014, escribe Pablo Planas en Libertad Digital una columna titulada ‘Una reforma para destripar España’ en la que arranca diciendo:
Entre los mitos del nacionalismo brilla con luz propia el del «encaje» de Cataluña en España, cuestión más propia de las disciplinas de la tectónica que de los vuelos gallináceos que caracterizan las relaciones entre los políticos nacionalistas catalanes y los políticos del resto de España
Añade que:
Como quiera que no hay falla alguna entre Cataluña y Aragón, ese encaje es el santo grial de la politología, la asignatura pendiente, el elefante en la habitación, el tema
Y concluye que:
Por definición, los nacionalistas siempre estarán descontentos.