Este 3 de julio de 2014, David Torres escribe en Público una columna titulada ‘La justicia irreal‘ en la que arranca diciendo:
Hace unos días, los flamantes reyes tomaron el AVE para trasladarse a Valladolid y la prensa amiga se apresuró a jalear la noticia como un paso más hacia la campechanía histórica.
Añade que:
Para hacer la foto más campechana todavía, el fotógrafo podía haber pedido a Felipe que se despojara de los zapatos y charlara tranquilamente en calcetines, algo habitual entre los ejecutivos de primera clase e incluso entre los que sólo pueden permitirse viajar en turista.
Y concluye que:
Por supuesto, todos ellos están convencidos de la inocencia previa de la ex infanta. Ya sólo falta que Castro tome ejemplo de su hermano y la mande ir al banquillo en autobús.