Este 4 de julio de 2014, escribe Antonio Martín Beaumont en El Semanal Digital una columna titulada ‘Tres nudos gordianos retan a Rajoy cuando se las prometía felices’ en la que arranca diciendo:
«En el ecuador de una legislatura ya no se toman medidas importantes, porque siempre pueden tener un lado impopular: se trata de administrar con la mejor de las caras posibles para volver a ganar». Esta reflexión, tan habitual en los manuales de estrategia electoral, se ha quedado para vestir santos.
Añade que:
Mariano Rajoy no tiene otro remedio que ofrecer la imagen contraria. Lo sabe. De hecho, el pasado lunes en el Comité Ejecutivo Nacional del PP dejó claro que todavía existen reformas importantes por afrontar.
Y concluye que:
Rajoy está satisfecho con su Gobierno, pero gobernar es hacer tortillas y eso implica romper huevos.