Este 7 de julio de 2014, Moncho Alpuente escribe en Público una columna titulada ‘Degenerados y regenerados‘ en la que arranca diciendo:
Leo en un diario: el PP y el PSOE, o el PSOE y el PP (el orden de los factores no altera el producto) aplazarán la regeneración política hasta septiembre. Al menos unos meses de prórroga para asimilar el nuevo estatus y poner los papeles en orden o en el triturador.Leo en un diario: el PP y el PSOE, o el PSOE y el PP (el orden de los factores no altera el producto) aplazarán la regeneración política hasta septiembre.
Añade que:
Predicar la regeneración es reconocer que ha existido una degeneración previa , los degenerados son los que necesitan regenerarse, aunque me temo que esa regeneración que pregonan preferirá la cosmética a la ética, el maquillaje y el camuflaje, cambiar de piel hasta que escampe y puedan rebrotar con sus privilegios y sus subterfugios.
Y concluye que:
El desprestigio de la clase política no es un fenómeno puramente local, no hay nadie libre de pecado para arrojar la primera piedra entre los profesionales de la «Casta».