Este 7 de julio de 2014, escribe Graciano Palomo en El Plural una columna titulada ‘Sarkozy, detenido. Aznar, inmune’ en la que arranca diciendo:
Es la diferencia de países. El otrora todopoderoso, prepotente, disciplente y soberbio Nicolás Sarkozy ha terminado por morder el polvo en una comisaría de las afueras de París tratando como un ciudadano más al que se presupone ha delinquido.
Añade que:
Aquí, su viejo amigo Aznar parece inmune a fiscales, jueces, y demás grey judicial
Y concluye que:
Salga, señor Aznar, a la calle y entérese lo que pensamos de usted, ¡deje de levitar!