Este 9 de julio de 2014, escribe Emilio Campmany en Libertad Digital una columna titulada ‘Sodoma, Gomorra y Génova’ en la que arranca diciendo:
Cuando se hizo palmario que Zapatero se cargaría el país y de paso dejaría hecho unos zorros al PSOE, me pareció increíble que los socialistas no reaccionaran y se dejaran arrastrar por aquella especie de flautista de Hamelín atolondrado.
Añade que:
Llega la legislatura siguiente y viene a ocurrir una cosa parecida en el PP, en manos de un ensoberbecido estafermo de mirada abobada que cuando cree haber tenido un chispazo de ingenio se humedece los labios, relamiéndose como si fuera a cobrar una comisió
Y concluye que:
Ahora que han empezado a llegar las quejas a Génova, al espabilado que hoy dirige el partido que un día fue el de la honradez se le ha ocurrido atajar los lamentos proponiendo cambiar la ley electoral para favorecer a los alcaldes del PP en trance de dejar de pisar moqueta