Este 10 de julio de 2014, Luis García Montero escribe en Público una columna titulada ‘El catecismo de los obispos‘ en la que arranca diciendo:
La conferencia Episcopal quiere iluminar a la sociedad española con la publicación de Testigos del Señor. Se trata de un catecismo sobre los asuntos sexuales ideado para personas de entre 11 y 14 años.
Añade que:
Empeñarse en negarle el sexo a un adolescente es una tarea ardua. No hay reforma laboral que pueda equipararse a la reforma corporal que intentan las sotanas.
Y concluye que:
El problema se agrava porque la Conferencia Episcopal se contradice a sí misma y deja a Dios en muy mal lugar. Afirma que la identidad sexual es un don de Dios.