Este domingo 27 julio 2014 Manuel Vicent titula Castigo su columna en el diario El País.
Este año ya no habrá siega, ni vendimia, ni otra cosecha que no sea la resignación. El campesino se pasea entre los surcos de su huerto desolado y eleva la mirada al cielo. Dios lo ha querido, alabado sea.
Añade:
Pero esta vez, en pleno verano, el dios de la naturaleza ha querido comerse todas las naranjas de postre en una sola sentada. Alabado sea el Señor. Plagas, heladas, sequías, pedrisco, incendios, inundaciones, castigos que duran tres mil años, desde que Caín decidió hacerse agricultor.
Y concluye:
¿Crisis? Al oír que en la ciudad se quejan de la crisis el campesino sonríe y calla. Son tres mil años de resignación.