Me imagino que para “afear» mi conducta rescatan un escrito mío del año 1992 donde critico los comportamientos de la “clase política” y en titular empleo el término “Casta política” del que ahora parecen creer ser los inventores o descubridores absolutos (creo que existe hasta un libro de no hace tanto con ese título). Me resulta tambien curioso el comprobar que la bitácora donde se incluye el texto lleva por título ¡que cosas, La Marea, que dice ser propiedad exclusiva de los administradores de la misma pero que resulta ser también el enunciado de mi blog en periodista Digital desde el año 2006.
Esto es lo que transcriben:
Un ejemplo es Antonio (Chani) Pérez Henares, uno de los periodistas más críticos con Podemos, quien escribió en 1992 en El decano de Guadalajara una columna que llamó La Casta Política, en la que usó el mismo lenguaje que Podemos. ( Nota : en cualquier caso sería al revés, que Podemos usa ahora el lenguaje que yo usé)
“¿Cómo puede pretenderse que la sociedad no los entienda como casta?. ¿Cómo puede achacarse a maniobras antidemocráticas las críticas a sus métodos?. Nadie está cuestionando el sistema democrático. Al contrario. Lo que urge es el rescate de la democracia, por parte de la sociedad de quienes la tienen secuestrada. Vertebrar la sociedad civil es mucho más democrático que tolerar que unos pocos, un oligopolio de “políticos profesionales” se la quede en propiedad y la detente como si fuera un patrimonio personal. La democracia es propiedad del pueblo y los políticos son unos interinos que representan al pueblo. No los propietarios de ella”
Lo escribí hace 22 años y hoy lo suscribo. Como muchos que en España criticamos los vicios de la democracia y de los partidos. Que han convertido al partido en la “patria” y confundido interesadamente sus intereses. Pues claro y lo hemos denunciado y denunciamos.
Lo que sucede ahora es que ciertos “caudillos” pretenden arrogarse en exclusiva esa actitud crítica. Y aún más, tras ese supuesto, consideran de inmediato quien no comparte sus postulados es parte de la “casta”. Es “enemigo del pueblo”, porque el pueblo, en otra suplantación, son ellos y nadie más que ellos.
La cuestión es muy otra. Coincidir en ciertas criticas al sistema no significa en absoluto, que es mi caso con Podemos, compartir para nada ,las recetas, sus “soluciones” que me parecen desvaríos, que llevarían a los españoles a la miseria y, más pronto que tarde, a recorte de libertades. Porque percibo, como percibí siempre en estos postulados ribetes absolutistas y totalitarios. Y a las pruebas internacionales y amistades constatadas me remito. Dicho todo ello con el mayor de los respetos, a ellos y a sus votantes, pero con la consideración de que si aquí abjuran por tierra mar y aire y en sus pulpitos televisivos de la “casta política española” no dudan en formar parte y como tal ejercen, soy testigo presencial con otros 20 periodistas en caracas, de la “casta política chavista” en Venezuela.
En suma, que compartir ciertos diagnósticos, no significa en absoluto, si no bien al contrario, compartir las recetas. Que en el caso de Podemos me parecen que suponen peor remedio aún que la enfermedad que dicen tratar. Lo que es mi opinión, que digo yo, deberá merecer el mismo respeto que la suya. Aunque bien se que en su segmento no se recibirá así para nada, pues todo lo que supone discrepancia es tachado de 2facha” y merecedor del exterminio civil por su perversidad intrínseca. Solo ellos son los buenos, los éticos, los que tienen la verdad y en, exclusiva, la representación del pueblo. Y quienes no les siguen es porque son malos o están ciegos. O sea, cualquiera de nosotros. Y o nos reeducan o nos silencian.
