Bokabulario

Escocia cada vez más cerca de Etxarri Aranaz

El ciudadano apolítico, el que considera que se puede vivir al margen de la política y de los asuntos públicos, es una de las especies más patéticas que ha producido Europa… y más ridículas. Como si la política te dejase en paz.

Es tal el poder del Estado que los políticos y los funcionarios no sólo manejan la mitad de la riqueza de cada país europeo, sino que nos pueden quitar nuestro dinero o forzarnos a determinados comportamientos so pena de multas o procesos judiciales. La democracia nos permite poner y quitar gobiernos introduciendo papeles en urnas. Por eso, me parece despreciable el comportamiento de los que se las dan de apolíticos. Ni se implican en la vida pública ni se dan cuenta de su poder… y al final son los súbditos ideales para las tiranías, sean dictatoriales o populistas.

Resulta que hay escoceses que están poniendo en venta su voto en el referéndum de septiembre porque la cosa no les interesa. Así lo explica uno:

la verdad es que me importa bastante poco. Soy un trabajador escocés con casa, una mujer increíble y dos hijos preciosos que son todo mi mundo. Este voto no va a cambiar nada en nuestras vidas por lo que he decidido que cualquiera puede votar por mí.

¡Pobre idiota! Como si los funcionarios del Reino Unido o de la República de Escocia fuesen a detenerse en la puerta de la casa de este bobo. Si Escocia se independiza y el petróleo se acaba (o las islas deciden permanecer en el Reino Unido), si Londres no permite usar la libra, si las grandes empresas se marchan, ya verá ese buenista cuánto le afecta la política.

Le afectará de la misma manera que si su futuro lo pueden decidir los nazionalistas, con sus camisas negras buscando traidores.

Los nacionalistas se indignan cuando se les llama nazionalistas, pero es que sus métodos son propios de las bandas de la porra nacionalsocialistas alemanas y comunistas de todos los países. Por medio de Borja Bergareche, corresponsal de ABC en Londres (al que el senador del Reino de España Iñaki Anasagasti le reprochó que no adaptase su apellido a las normas linguüísticas del PNV), he recibido este vídeo, donde las bestias nazis sabotean los mítines de un político escocés contrario a la independencia.

Gente que sólo da para rebuznar consignas y empujar y amenazar a sus paisanos si no son obedientes miembros de la tribu. Estos argumentos le espetaron los separatistas.

«Eres un traidor»

«Eres un terrorista»

«Jim el Quisling»

Mirad a partir del minuto 5′ 50» al animal que le grita «terrorista». Es idéntico a los borrokas cincuentones.

¿Le gustaría al escocés apolítico vivir en una especie de Etxarri Aranaz con más lluvia y que sus hijos fuesen adoctrinados en el odio o que una cuadrilla de vándalos le abroncase porque no cuelga la bandera escocesa en sus ventanas?

(Como todos los nazionalistas, Rafael Ramos, corresponsal de La Vanguardia en Londres, a quien consideraba mejor periodista, ha escrito sobre la campaña del miedo de los partidarios de mantener la unión y del Gobierno de Londres, pero no ha dedicado una línea a las campañas de amedrentamiento y de censura de la libertad de discurso de los nazionalistas escoceses.)

CODA: Aquí, unos nazionalistas catalanes reclamando el fusilamiento de los «charnegos».

Y aquí otros once momentos gloriosos del catalanismo.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

Lo más leído