Este 5 de septiembre de 2014, David Torres escribe en Público una columna titulada ‘Valérie y Francois, amor francés‘ en la que arranca diciendo:
En Francia existe un subgénero literario que consiste en acostarse con un presidente de la república y luego contarlo. En España no apuntamos tan alto ya que aquí lo habitual es follarse a un torero.
Añade que:
Aunque cuenta, igual que Sarkozy, con un encanto adicional para atraer a bellas mujeres a su regazo, Hollande parece, más que el presidente de la república, el encargado de planta de unos grandes almacenes.
Y concluye que:
Trierweiler ha cocinado su venganza en secreto durante meses, mientras se alimentaba de una dieta exclusiva a base de rencor puro y sopa de letras.