El político ha de estar preparado para no convertir la ciudad en catetada; el ciudadano para impedírselo
Este domingo 14 septiembre 2014 Elvira Lindo titula El árbol caído su Don de gentes en el suplemento Domingo de El País.
¡Eh, que me puedo equivocar! Dicho esto, opino que en nuestro país somos perezosos para el activismo ciudadano. El activismo ciudadano no consiste sólo en salir a la calle con las manos en los bolsillos a mostrar tu desacuerdo, el activismo ciudadano exige esfuerzo, información, y en algunos casos, profesionalidad.
Añade:
Paseo por el interior del mercado el mismo día en que Ana Botella renuncia a presentarse a las elecciones municipales. Ha entendido el mensaje lanzado por los árboles en lo que ha parecido una versión a la madrileña de El incidente de Night Shyamalan. Hasta la naturaleza se le ha rebelado a la señora alcaldesa. Pero lejos de mí la intención de hacer leña del árbol caído.
Y concluye:
Esta semana se celebró con tremendo optimismo que esa Botella (hoy medio vacía) no se vaya a presentar a las próximas elecciones. No sé a qué viene tanto alboroto cuando los otros partidos todavía no se han puesto las pilas para ofrecernos opciones brillantes, porque Madrid es de todos: es la ciudad a la que se emigra, en la que uno se manifiesta, la ciudad que se alimenta de mil acentos y de las patrias chicas que habitan en el corazón de cada uno de sus habitantes.