La Marea de Pérez Henares

Intrahistoria de una novela : ¿Por que Alvar Fáñez? ¿Por qué Zorita de los Canes?

Ahora entiendo aquello de que es mas fácil recuperarse de un fracaso que de un éxito. He de reconocer que la presentación en Zorita fue lo segundo y con el añadido de la celebración y de las ferias de Guadalajara al otro día, con toros, Ivan Fandiño, nuestro vasco de Tórtola de Henares, peñas, tropel de amigos y encierro (desde la barrera) pues acabara baldado y ha tenido que llegar el domingo para que empiece «a conocer». Pero contento. Porque el calor de mis paisanos, los desvelos de todos para que aquello culminara bien pasan a la memoria con la emoción de lo inolvidable.
La repercusión ha sido enorme. Teles, radios, digitales y prensa escrita. Regionales y nacionales. La lista de entradas que puede verse todavia por Google es larguísima, aunque ya han desaparecidos varias de las crónicas puntuales de los periodiscos del día siguiente. Y me dice la editorial que los pedidos de la novela han comenzado con mucha fuerza. Mañana lunes estará ya en la mayoria de las librerias y grandes centros comerciales.
Algunos me han preguntado por qué he elegido este lugar para presentarla ty porque a ese personaje para dar inicio, porque lo va a ser, a una trilogia medieval. Pues más alla de que mi cabaña casi a tiro de piedra de Recópolis y de la gran fortaleza que domina el paso del Tajo, de quien fue primer alcaide cristiano Alvar Fañez aquí os dejo algunas de las razones. Y algunas otras añadidas de personajes ficticios pero que han sido evocados por la cruz romanica de Albalate, dos guerreros, uno cristiano y otro moro, enterrados uno al lado de otros, con fuertes signos de haber mantenido una terrible batalla o la aljama judia justo al lado del foso del castillo roquero. Pero no penseis que voy a contaros la novela. Para esas claves tendréis que leerla y, aún más, acercaros a esa tierra que describe y cuyo epicentro he situado en Zorita.

Por que Alvar Fañez?

Mano derecha y alter ego del Cid en el Romance, la realidad de la figura histórica de Alvar Fañez ha quedado difuminada. En la realidad su importancia no desmerecía en nada a la de su primo hermano Rodrigo, quien le llamaba Minaya, en euskera, “mi hermano”. Los dos eran infanzones, curtidos en duras luchas, y ambos burgaleses y castellanos. Que casaron con linajudas hembras de estirpe astur leonesa: el Cid con Jimena, hija del conde de Oviedo. Alvar con doña mayor la hija del gran consejero y vasallo mas leal e importante de Alfonso VI, Pedro Ansurez.

Fañez y el Cid combatieron juntos con Sancho y contra Alfonso, pero luego Fañez ya permaneció a su lado de manera continua mientra el Cid tuvo conflictos y avatares. Lo más posible es que no fuera con él al destierro, pero es tan hermoso el poema que no he querido en la novela perdérmelo y si no fue en esas algaras en otra desde luego si estuvieron juntos. Durante toda su vida fueron amigos y la posición adelantada de Rodrigo en valencia le servia de mucho a Fañez para estar avisado en la frontera.

Pero lo cierto es que el romance, con su monumental épica, tapa a la figura historia e inscrito en los conflictos de infanzones castellanos contra alta nobleza leonesa vitupera a estos y al gran rey Alfonso, un verdadero genio de la estrategia y la diplomacia que tuvo una perfecta idea de cómo era España y las debilidades de las taifas de las que se aprovechó e hizo avanzar como nadie hasta entonces la frontera.

Clave en todo ello fue Alvar Fañez, señor de Zorita primero, luego su mano derecha, tras la muerte de Sisnando en Toledo. Fañez fue el gran capitán de toda la frontera del tajo. En el avance, como conquistador de las plazas rendidas de la Marca Media, la taifa de Toledo, como luego cuando se produjo el terrible contraataque almorávide. Entonces en la resistencia y en la derrota, como tras Ucles, es cuando dio muestras de lo mejor de si mismo y se convirtió en el verdadero heroe y la figura clave de la resistencia. Resistió, aún siendo vencido y contraatacando. Hasta después de la terrible derrota de Ucles. Logró salvar el ejercito, aunque no al hijo del rey. Y luego persevero. Lo peor vino cuando murió Alfonso. Casada urraca, su hija, con el aragonés El Batallador, Alfonso tambien de nombre, no tardo en estallar entre ellos la disputa y una autentica guerra civil. Solo, apoyado por los pardos, caballería villana castellana y por dawair, musulmanes contrarios a los almorávides, “tornadizos”, terribles en el combate, contra sus antiguos correligionarios logro resistir. Fue dux y príncipe de Toledo y la defendió en su peor asedio, también defendió Guadalajara y estableció la línea divisoria finalmente en la Sierra de Enmedio (Altamira). A el se debe que la frontera no volviera a retroceder hasta el Sistema Central y hasta el Duero.

Murió en combate, muy longevo para la época, a los 67 años, pero para desdicha de los cristianos, no a manos musulmanas sino de los propios, de los segovianos, en las octavas de Pascua del año 1.114. Ahora hace 900 años. Por ello este libro, que también quiere ser homenaje en la efemérides de una figura trascendental en nuestra historia
Y en nuestra leyenda, aunque esa leyenda le rebajara inmerecidamente a un segundo plano. Pero para estas nuestras tierras, para la frontera, para Toledo, para Zorita, Guadalajara, para Cuenca, para toda la Tierra de Alvar Fañez el primero fue “Minaya”

¿Por que Zorita?

Zorita fue el enclave esencial de defensa del Tajo norte y de toda la tierra desde ese punto hasta los pasos de sistema central tras la conquista de la Marca Media musulmana de Abderramán, luego taifa de Toledo, por Alfonso VI. El gran castillo roquero guardaba uno de los tres únicos puentes sobre el Tajo, el otro era el de Fuentidueña (Entonces Alarilla-Belinchón) y el del propio Toledo.

Zorita venía de atrás en la historia pues allí, en un altozano y sobre 30 hectareas (solo 3 excavadas por ahora) se levantó Recópolis, ciudad real visigoda, única, construida por Leovigildo para su hijo Recaredo y que fue una especia de capital de verano en ciertos momentos. Palacio, basílica, murallas y galeria comercial donde llegaban productos y manufacturas de todos los confines.
Tras la conquista musulmana, una tribu beberebe gobernanda por la élite de los Di il Nun se aposentó en aquella tierra que llegaba a Cuenca y que dominaba también Uclés, Huete y Santaver. Entendieron que era excesivamente grande para ser defendida y optaron por construir un castillo en la peña que se yerge apenas medio kilómetro. La actual Zorita y su impresionante fortaleza Para ellos utilizaron las propias piedras de la ciudad visigoda. Así pues el castillo árabe de Zorita, origen del actual, es el hijo pétreo de Recópolis.

Fue Zorita el primer enclave entregado a los cristianos por Al Qadir, el rey de Toledo, a Alfonso VI antes de que rindiera a la capital y a toda su taifa, que llevaba la frontera .desde siglos en el Duero, a cruzar el tajo y llegar por momentos al Guadiana. Su custodia y mando le fue encomendado a Alvar fañez, el capitan de mayor prestigio de la frontera.

El contraataque islámico, al ser llamado los fanáticos almorávides, fue terrible. Aguantar la línea del tajo fue el objetivo. Aguantó Toledo y aguantó Zorita, ambas defendidas por Fañez, dux de Toledo y señor de Zorita, así como Guadalajara y el valle del Henares, aunque cayeron muchas plaza y sufrieron derrotas terribles como Uclés, donde murio el hijo y heredero del rey. Pero Alvar salvó aquel día el ejercito y luego salvó la línea de frontera aunque perdió Cuenca y toda aquella tierra que había sido llamada por los musulmanes “De Alvar Fañez” en su crónicas. Muerto el Cid, su primo hermano y amigo, hubieron de retirarse los cristianos de Valencia y por esa lado la línea de la frontera quedo establecida por la actual sierra de Altamira, dominada por los altos de La Bujeda (buj:torre) que fue llamada por ese carácter limítrofe , la sierra de En medio. Zorita era su cierre. Roto este, los almorávides hubieran arrasado todo y vuelto a retornar hasta la cordillera central. Pero aunque llegaron a arrasar la villa no pudieron tomar la alcazaba y el paso siguió guardado. Alvar Fañez salvo la línea del Tajo como nueva frontera.
¿Por qúe Alvar Fañez, por qué Zorita de los Canes? Ahora entiendo aquello de que es mas fácil recuperarse de un fracaso que de un éxito. He de reconocer que la presentación en Zorita fue lo segundo y con el añadido de la celebración y de las ferias de Guadalajara al otro día, con toros, Ivan Fandiño, nuestro vasco de Tórtola de Henares, peñas, tropel de amigos y encierro (desde la barrera) pues acabara baldado y ha tenido que llegar el domingo para que empiece «a conocer». Pero contento. Porque el calor de mis paisanos, los desvelos de todos para que aquello culminara bien pasan a la memoria con la emoción de lo inolvidable. La repercusión ha sido enorme. Teles, radios, digitales y prensa escrita. Regionales y nacionales. La lista de entradas que puede verse todavia por Google es larguísima, aunque ya han desaparecidos varias de las crónicas puntuales de los periodiscos del día siguiente. Y me dice la editorial que los pedidos de la novela han comenzado con mucha fuerza. Mañana lunes estará ya en la mayoria de las librerias y grandes centros comerciales. Algunos me han preguntado por qué he elegido este lugar para presentarla ty porque a ese personaje para dar inicio, porque lo va a ser, a una trilogia medieval. Pues más alla de que mi cabaña casi a tiro de piedra de Recópolis y de la gran fortaleza que domina el paso del Tajo, de quien fue primer alcaide cristiano Alvar Fañez aquí os dejo algunas de las razones. Y algunas otras añadidas de personajes ficticios pero que han sido evocados por la cruz romanica de Albalate, dos guerreros, uno cristiano y otro moro, enterrados uno al lado de otros, con fuertes signos de haber mantenido una terrible batalla o la aljama judia justo al lado del foso del castillo roquero. Pero no penseis que voy a contaros la novela. Para esas claves tendréis que leerla y, aún más, acercaros a esa tierra que describe y cuyo epicentro he situado en Zorita. Por que Alvar fañez? Mano derecha y alter ego del Cid en el Romance, la realidad de la figura histórica de Alvar Fañez ha quedado difuminada. En la realidad su importancia no desmerecía en nada a la de su primo hermano Rodrigo, quien le llamaba Minaya, en euskera, “mi hermano”. Los dos eran infanzones, curtidos en duras luchas, y ambos burgaleses y castellanos. Que casaron con linajudas hembras de estirpe astur leonesa: el Cid con Jimena, hija del conde de Oviedo. Alvar con doña mayor la hija del gran consejero y vasallo mas leal e importante de Alfonso VI, Pedro Ansurez. Fañez y el Cid combatieron juntos con Sancho y contra Alfonso, pero luego Fañez ya permaneció a su lado de manera continua mientra el Cid tuvo conflictos y avatares. Lo más posible es que no fuera con él al destierro, pero es tan hermoso el poema que no he querido en la novela perdérmelo y si no fue en esas algaras en otra desde luego si estuvieron juntos. Durante toda su vida fueron amigos y la posición adelantada de Rodrigo en valencia le servia de mucho a Fañez para estar avisado en la frontera. Pero lo cierto es que el romance, con su monumental épica, tapa a la figura historia e inscrito en los conflictos de infanzones castellanos contra alta nobleza leonesa vitupera a estos y al gran rey Alfonso, un verdadero genio de la estrategia y la diplomacia que tuvo una perfecta idea de cómo era España y las debilidades de las taifas de las que se aprovechó e hizo avanzar como nadie hasta entonces la frontera. Clave en todo ello fue Alvar Fañez, señor de Zorita primero, luego su mano derecha, tras la muerte de Sisnando en Toledo. Fañez fue el gran capitán de toda la frontera del tajo. En el avance, como conquistador de las plazas rendidas de la Marca Media, la taifa de Toledo, como luego cuando se produjo el terrible contraataque almorávide. Entonces en la resistencia y en la derrota, como tras Ucles, es cuando dio muestras de lo mejor de si mismo y se convirtió en el verdadero heroe y la figura clave de la resistencia. Resistió, aún siendo vencido y contraatacando. Hasta después de la terrible derrota de Ucles. Logró salvar el ejercito, aunque no al hijo del rey. Y luego persevero. Lo peor vino cuando murió Alfonso. Casada urraca, su hija, con el aragonés El Batallador, Alfonso tambien de nombre, no tardo en estallar entre ellos la disputa y una autentica guerra civil. Solo, apoyado por los pardos, caballería villana castellana y por dawair, musulmanes contrarios a los almorávides, “tornadizos”, terribles en el combate, contra sus antiguos correligionarios logro resistir. Fue dux y príncipe de Toledo y la defendió en su peor asedio, también defendió Guadalajara y estableció la línea divisoria finalmente en la Sierra de Enmedio (Altamira). A el se debe que la frontera no volviera a retroceder hasta el Sistema Central y hasta el Duero. Murió en combate, muy longevo para la época, a los 67 años, pero para desdicha de los cristianos, no a manos musulmanas sino de los propios, de los segovianos, en las octavas de Pascua del año 1.114. Ahora hace 900 años. Por ello este libro, que también quiere ser homenaje en la efemérides de una figura trascendental en nuestra historia Y en nuestra leyenda, aunque esa leyenda le rebajara inmerecidamente a un segundo plano. Pero para estas nuestras tierras, para la frontera, para Toledo, para Zorita, Guadalajara, para Cuenca, para toda la Tierra de Alvar Fañez el primero fue “Minaya” Por que Zorita? Zorita fue el enclave esencial de defensa del Tajo norte y de toda la tierra desde ese punto hasta los pasos de sistema central tras la conquista de la marca Media, la taifa de Toledo por Alfonso VI. El gran castillo roquero guardaba uno de los tres únicos puentes sobre el Tajo, el otro era el de Fuentidueña (Entonces Alarilla-Belinchón) y el del propio Toledo. Zorita venía de atrás en la historia pues allí, en un altozano y sobre 30 hectareas (solo 3 excavadas por ahora) se levantó Recópolis, ciudad real visigoda, única, construida por Leovigildo para su hijo Recaredo y que fue una especia de capital de verano en ciertos momentos. Palacio, basílica, murallas y galeria comercial donde llegaban productos y manufacturas de todos los confines. Tras la conquista musulmana, una tribu beberebe gobernanda por la élite de los Di il Nun se aposentó en aquella tierra que llegaba a Cuenca y que dominaba también Uclés, Huete y Santaver. Entendieron que era excesivamente grande para ser defendida y optaron por construir un castillo en la peña que se yerge apenas medio kilómetro. La actual Zorita y su impresionante fortaleza Para ellos utilizaron las propias piedras de la ciudad visigoda. Así pues el castillo árabe de Zorita, origen del actual, es el hijo pétreo de Recópolis. Fue Zorita el primer enclave entregado a los cristianos por Al Qadir, el rey de Toledo, a Alfonso VI antes de que rindiera a la capital y a toda su taifa, que llevaba la frontera .desde siglos en el Duero, a cruzar el tajo y llegar por momentos al Guadiana. Su custodia y mando le fue encomendado a Alvar fañez, el capitan de mayor prestigio de la frontera. El contraataque islámico, al ser llamado los fanáticos almorávides, fue terrible. Aguantar la línea del tajo fue el objetivo. Aguantó Toledo y aguantó Zorita, ambas defendidas por Fañez, dux de Toledo y señor de Zorita, así como Guadalajara y el valle del Henares, aunque cayeron muchas plaza y sufrieron derrotas terribles como Uclés, donde murio el hijo y heredero del rey. Pero Alvar salvó aquel día el ejercito y luego salvó la línea de frontera aunque perdió Cuenca y toda aquella tierra que había sido llamada por los musulmanes “De Alvar Fañez” en su crónicas. Muerto el Cid, su primo hermano y amigo, hubieron de retirarse los cristianos de Valencia y por esa lado la línea de la frontera quedo establecida por la actual sierra de Altamira, dominada por los altos de La Bujeda (buj:torre) que fue llamada por ese carácter limítrofe , la sierra de En medio. Zorita era su cierre. Roto este, los almorávides hubieran arrasado todo y vuelto a retornar hasta la cordillera central. Pero aunque llegaron a arrasar la villa no pudieron tomar la alcazaba y el paso siguió guardado. Alvar Fañez salvo la línea del Tajo como nueva frontera.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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