Este sábado 27 septiembre 2014 Lucía Méndez titula Todos eran de los suyos su sección Asuntos internos en El Mundo.
Alberto Ruiz-Gallardón ha ingresado en el panteón de hombres -y mujeres- ilustres que se lleva este 2014. […] Van cayendo como fichas de dominó y al mismo tiempo se agiganta la leyenda de Mariano Rajoy como reencarnación del ángel exterminador.
Añade:
Menudean los tópicos acerca del hombre glacial, imperturbable y flemático que con perfidia, cruel refinamiento, sutileza y maquiavelismo proporciona la cuerda a quienes le estorban para que se ahorquen a sí mismos. Limpiamente, sin una gota de sangre. Quienes se abonan a este relato lo hacen con arrobo y admiración.
Y concluye:
Discrepo. Sin negarle inteligencia política al presidente del Gobierno -nadie llega a ese puesto sin poseerla- creo que esos relatos son una construcción sobrevenida sobre la personalidad de un líder raro fuera de su tiempo al que no se le entiende. Es bien cierto que a estas alturas Rajoy ha logrado inspirar más miedo que cariño en las filas del PP. Un miedo que no va acompañado de enfado, fastidio ni irritación, como el que dejaba a su paso José María Aznar. El miedo a Rajoy es paralizante e hipnótico. Mejor no cruzar la mirada con él por si acaso, pasar inadvertido y no darle la tabarra.