Victoria Prego titula ‘Un juego inútil pero muy peligroso’ su columna de El Mundo de este 2 de octubre de 2014:
Es un juego inútil, pero es un juego en el que se van a entretener de ahora en adelante los miembros del Gobierno catalán y los diputados del bloque independentista. No lo harán por jugar a jóvenes rebeldes ante la autoridad paterna, sino por la necesidad imperiosa que todos ellos tienen de mantener un alto grado de tensión en la calle que les permita llegar a las próximas elecciones en condiciones de ganar la partida.
Sigue:
Lo que han hecho los partidos independentistas ayer en el Parlament es una buena prueba del juego al que se van a entregar de ahora en adelante. La selección de los miembros de la comisión de control es sólo una declaración de intenciones que no tendrá consecuencias jurídicas mientras el presidente de la Generalitat no firme el decreto.
Continúa:
Pero hay que saber que en el futuro asistiremos a innumerables amagos de rebeldía como éste que, finalmente, no serán consumados para evitar la sanciones penales que hacerlo conllevaría.
Pero como eso es de todo punto inverosímil, nos podemos encontrar con que se acabe haciendo realidad lo que el recurso de la Generalitat ante el Alto Tribunal advierte: que, cuando los ciudadanos son privados de su derecho a participar en la toma de decisiones políticas, se alimenta el «extremismo político e incluso la violencia».
Finaliza:
Pero la simple referencia al riesgo de que se produzcan actos de violencia demuestra que los líderes políticos secesionistas son perfectamente conscientes de que, al provocar la agitación popular, están jugando con fuego. Y es del todo indecoroso que traten de endosar al Estado agredido la culpa de lo que ocurra en las calles encendidas. No. Ellos serán los únicos responsables de lo que pueda suceder porque ellos son quienes están instigando a una población engañada. Y, si algo ocurre, será una responsabilidad de dimensiones inmensas y alcance histórico. Pero será la suya.
