Este 13 de octubre de 2014, escribe Esther Esteban en Europa Press una columna titulada ‘El Barça, un club “democrático”, según los soberanistas, pero lo financia Qatar y, Bartomeu no consulta a socios y aficionados’ que arranca diciendo:
Los independentistas han recibido -con gran entusiasmo y, desde luego, enorme gozo- una carta firmada por el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, de adhesión al Pacto Nacional para el Derecho a Decidir. Joan Rigol -un veterano nacionalista, muy amigo y, en su tiempo, colaborador de Jordi Pujol-, es ahora el coordinador del mencionado Pacto Nacional.
Añade que:
Carme Forcadell, activista de ERC, declaró tras leer el mensaje blaugraba al vent: «El Barça es un club democrático que «está con el país.» Es un paso importante. «Todos son loas al FCBarcelona, uno de los principales iconos de Jordi Pujol. Su teoría ultra catalanista le llevaba a ir diciendo -en público y en privado- cosas como las siguientes: «El buen catalán es quien va una vez al año o dos, como mínimo, para ver jugar al equipo blaugrana en el Camp Nou.
Y concluye:
Ignoran, sin embargo, que este club tan «democrático» mantiene excelentes relaciones con el emirato de Qatar, que lo financia en buena parte a través de las camisetas del Barça. ¿Es Qatar, por cierto, un Estado democrático? ¿Lo ignora también la actual cúpula del FCBarcelona, que, de hecho, ha tomado la decisión de pasar de puntillas de los socios y de los aficionados? ¿Es democrático no consultar a las bases culés? ¿Y finalmente cómo puede ser democrático un club cuyos últimos presidentes están en vigilancia judicial por cuestiones presuntamente de corrupción?
