Este 14 de octubre de 2014, escribe Cristina Losada en Libertad Digital una columna titulada ‘El pecado de Mas no será la rilada’ en la que arranca diciendo:
Los partidos que en Cataluña se oponen al referéndum del 9-N y a la secesión están recurriendo, uno tras otro, a un absurdo y contraproducente argumento. Ante los signos que permiten pronosticar que el gobierno catalán no sacará las urnas en la fecha indicada, se han puesto a recriminarle por incumplir lo que prometió.
Añade que:
En Cataluña, los partidos contrarios a la consulta y la secesión están cayendo en la tentación de utilizar esta crisis como si fuera una crisis cualquiera, una crisis rutinaria; es decir, como un trampolín para lanzarse a la piscina electoral.
Y concluye que:
¿Y no sería más sensato ahorrarse la experiencia de ver a Junqueras saliendo al balcón? Pienso que sí, pero mucho me temo que el desatino político es peligrosamente contagioso.