Este 23 de octubre de 2014, escribe Luis María Anson en El Imparcial una columna titulada ‘La camelancia de los Consejos de Estado autonómicos’ en la que arranca diciendo:
Los políticos de algunas Comunidades Autónomas reproducen los organismos de la Administración central no para hacer más eficaz su gestión al servicio de los ciudadanos sino para colocar en ellos a sus parientes, amiguetes y paniaguados dentro del despilfarro que caracteriza a la política española.
Añade que:
Una buena parte de las Comunidades Autónomas se han inventado unos Consejos Consultivos, como remedo del Consejo de Estado, generosamente dotados desde el punto de vista económico, para que vegeten en ellos los enchufados de los partidos políticos.
Y concluye que:
Mientras puedan, los partidos políticos, financiados al 90% con dinero público, seguirán actuando además como agencias de colocación y robusteciendo el gran negocio en el que se han convertido, en lugar de atender al interés general como objetivo sustancial.