Este 24 de octubre de 2014, escribe Kiko Méndez-Monasterio en La Gaceta una columna titulada ‘Los millones de Olegario’ en la que arranca diciendo:
Quienes consideran la catalanización de los nombres como una pose snob, ignoran la riqueza que aporta a las españas tanta diversidad, ya sea natural o impuesta.
Añade que:
De las sombras de corrupción que en estos días llenan los periódicos, una sociedad monolingüe sólo habría sacado un par de dichos populares del estilo «tienes más millones que Olegario», o quizá algo asícomo «roba más que Olegario en la finca de su padre».
Y concluye que:
No seamos obtusos, catalanizar enriquece. No sólo la cultura, sino también las cuentas corrientes -o secretas- de familias numerosas.