Este sábado 1 noviembre 2014 Pedro G. Cuartango titula Cuando crear es llorar sus Vidas paralelas en El Mundo dedicadas a Jon Juaristi vs Jordi Savall.
Fue Nietzsche quien escribió una frase que merece la pena recordar: «Ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo». El escritor e historiador Jon Juaristi y el musicólogo Jordi Savall han pagado ese precio. Esta semana su trayectoria intelectual ha obtenido un reconocimiento oficial que debería haber llegado mucho antes: Juaristi ha sido galardonado con el Premio de Ensayo del Gobierno vasco y Savall ha obtenido el Premio Nacional de Música.
Añade:
Savall ha rechazado la distinción y ha renunciado a recibir los 30.000 euros que conlleva porque no está de acuerdo con la política del Gobierno, que, según sus palabras, refleja «un dramático desinterés y una grave incompetencia» en la defensa de la cultura. Dada su autoridad moral, este reproche es un varapalo que nadie debería menospreciar.
Y concluye:
Juaristi y Savall son demasiado honestos en un país acostumbrado a la picaresca en el que los intelectuales tienen más propensión a sentarse en los sillones de las academias que a molestar a los que mandan.