Este domingo 2 noviembre 2014 Casimiro García-Abadillo titula Hartazgo: los ciudadanos dicen ¡basta! a la vieja política su Hoja de ruta del director en El Mundo.
Hace 20 años España vivió una situación de vértigo, una sensación de bochorno colectivo que anunciaba el principio del fin de un largo ciclo de gobiernos ininterrumpidos del PSOE. Mariano Rubio, Vicente Albero, Carlos Solchaga, abrasados por diversos escándalos. La guinda fue la fuga del director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, que cobraba comisiones de la construcción de las casas cuartel y se quedaba con dinero de los fondos reservados, a reparto con Corcuera, Vera… Todo parecía desmoronarse, pero en el horizonte aparecía la alternativa del PP, un partido que, liderado desde 1991 por José María Aznar, prometía una profunda regeneración. Aunque por los pelos, el PP ganó las elecciones al PSOE en 1996.
Añade:
Ahora vivimos una situación similar a la que vivimos en 1994. Sin embargo, a diferencia de entonces, la corrupción parece contaminarlo todo: PP, PSOE, CiU, los sindicatos, la patronal… La corrupción se ha popularizado, se ha vulgarizado. Abarca desde la familia Pujol al alcalde de un pequeño pueblo de Madrid. Los contratistas beneficiados por las mordidas ya no son sólo empresarios de renombre, sino constructores de medio pelo venidos a más en los años del boom inmobiliario.
Y concluye:
Nadie de peso en el PP o en el Gobierno defiende o pide la dimisión del presidente, aunque algunos no le harían ascos a la salida de Cospedal. Pero en lo que sí hay consenso es en que, hasta ahora, el Gobierno ha sido muy débil en su respuesta ante la marea de descrédito que poco a poco va creciendo en la sociedad y va minando la moral de los que, incluso desde el centro y la derecha, ven el peligro de la ascensión de Podemos.