Este 4 de noviembre de 2014, escribe Ignacio Ruiz-Quintano en ABC, una columna titulada ‘Mangueros‘ en la que arranca diciendo:
Los «kikos» de Pablemos no se fían de los sondeos porque en las encuestas, dicen, hay mucho voto rabioso que en la urna se echa atrás. La rabia es el pan de la izquierda.
Añade que:
De ser cierto, el «cholismo» que refleja el Cis pondría al Régimen en un salsipuedes: abstenerse, para deslegitimarlo y hacerlo caer («a ver qué pasa»), o votar al «comunismo amable» y hacer de Madrid la Habana Fin de Semana del rabioso europeo.
De la Cuba de Foxá («España en vacaciones») a la España de Errejón: «Paso corto y mirada larga.» ¡Mambo! O mango, manguito, mangüé. O sea, Cuba con más mangueros.
Y concluye que:
Antes de los exilios que el domingo avanzaba Emilia Landaluce, repárese en que el «comunismo amable» de Pablemos no es ni más ni menos casta que la «socialdemocracia bellotera» de Monago, que pactaría con él, pues aquí nadie habla de democratizar el sistema electoral ni de sacar a los partidos del Estado y devolverlos a la sociedad.
De ahí el pertinente corolario a la guaracha: «¡Qué problema! / Yo quise comerme un coco, / me comí una berenjena».
