Este 7 de noviembre de 2014 escribe Federico Jiménez Losantos en El Mundo una columna titualada ‘Saraya, la alternativa relativa‘ en la que arranca diciendo:
Hace dieciocho años, allá por 1996,El País propuso editorialmente que el vencedor de las elecciones, un tal José María Aznar, renunciase a la Presidencia del Gobierno en favor de un tal Alberto Ruiz-Gallardón, cuya animadversión al presidente del PP era directamente proporcional a su servilismo ante el cacicazgo progre de Prisa, alcázar del felipismo y fuente continua de deslegitimación del PP como alternativa democrática.
Y añade que:
Ayer, tras levantar acta del hundimiento del PP y de la negra sombra que sobre el liderazgo de Rajoy proyecta el CIS, el periodista de cámara de la Moncloa, el que presenta al presidente en París y es presentado por la vicepresidenta en Barcelona, propuso con la misma desenvoltura que hace casi dos décadas la sustitución de Rajoy por Soraya Sáenz de Santamaría la «relativa excepción» en la catástrofe del rajoyismo.
Y concluye que:
Si Aznar quiso irse del Poder dejando a su señora en manos de Gallardón, léase Prisa, ¿por qué no va Rajoy a tomar el olivo dejando la lidia del marrajo coletudo en manos de Soraya Ruiz-Gallardón, digo, de la vicepresidenta Cebrián de Santamaría?