Beltrán Gutiérrez Moliner dejó su cargo como gerente del PP madrileño, forzado por la dirección nacional del partido, tras verse salpicado por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid con las que había gastado, según la Fiscalía Anticorrupción, 58.000 euros. Pero al día siguiente, la nómina de la que se hacía cargo el PP nacional paso a ser asumida por el PP regional de Esperanza Aguirre. Despedido un día, contratado al día siguiente* por el PP.
Todo ocurrió, según cuenta la Cadena SER, entre el 6 y el 7 de octubre, días en las que Esperanza Aguirre se paseaba por los medios de comunicación reclamando a Rajoy mano dura y transparencia en materia de corrupción. Y semanas antes de que la propia presidenta del PP madrileño organizase esas ridículas pruebas de selección entre los candidatos a relevar a alcaldes imputados en la Operación Púnica en las que se les preguntaba si tenían dinero en Suiza, habían recibido sobornos o estaban dispuestos a aceptarlos. Hasta el momento de escribir este artículo, Esperanza Aguirre, personaje que no tiene problema alguno para intervenir en los medios de comunicación, ha guardado silencio. Y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, también ha eludido a los periodistas cuando salía de un acto público que ha presidido. Todo transparencia, como se ve. Ha sido curiosamente Maria Dolores de Cospedal, la que se inventó lo del «contrato indefinido en forma de simulación» para justificar lo de Bárcenas, la que ha dicho que Esperanza Aguirre debe explicarse. Esperemos que Aguirre tenga más fortuna para explicar lo inexplicable. Y que haga gala de más valentía asumiendo responsabilidades políticas. Porque fichar a alguien que deviene corrupto puede ser mala suerte. Si son más de veinte, la cosa adquiere una envergadura astral. Pero repescar en 24 horas a quien se ha demostrado que usó dinero público con tal alegría, como hizo Beltrán Gutiérrez Moliner con las tarjetas de Caja Madrid, no tiene ninguna justificación. Ni ella misma ficharía a una persona con tal perfil en la empresa cazatalentos para la que trabaja.