Este 4 de diciembre de 2014, escribe Emilio Campmany en libertaddigital.com una columna titulada ‘La vendetta galiziana’ en la que arranca diciendo:
Mariano Rajoy ha tenido que verse las tres partes de ‘El Padrino’ una docena de veces, las seis temporadas de ‘Los Soprano’ en sesión maratoniana de 96 horas sin dormir, dos capítulos de ‘Boardwalk Empire’ todos los días después de comer hasta acabar las cinco temporadas y una y otra vez ‘Uno de los nuestros’ en fines de semana alternos durante algunos meses.
Añade que:
El juez Ruz, convertido para la ocasión en Peter Clemenza tuvo la ocurrencia de hacer a una ministra de este padrino de guardarropía «partícipe a título lucrativo» en la trama Gürtel, su destino quedó escrito.
Concluye que:
Me gustaría saber si Grande-Marlaska, que hoy se sienta en las poltronas del Consejo, tendrá alguna palabra en favor de su compañero en un último intento por salvarle o se limitará a recordar cuánto le debe a haber aplicado a toda velocidad, subito, que diría Luca Brasi, la sentencia de Estrasburgo, no ya a la etarra afectada, sino a todos los que la Doctrina Parot hubiera rozado, tal y como exigía lo pactado con la banda etarra.