Este 16 de diciembre de 2014, escribe Xavier Horcajo en La Gaceta una columna titulada ‘García-Legaz está descontado’ en la que arranca diciendo:
La imprudencia no es un delito. No aparece ni en el Código civil ni en el Penal, luego no es delito. En política sí lo es. Y como tal se paga. Que se lo digan a Gary Hart, un candidato galán hollywoodiano a la Casa Blanca que fue pillado manteniendo una aventura con la joven modelo Donna Rice. Lo trituraron, no por acostarse con la guapa, sino por negarlo. Es la negación pseudo-protectora la que acaba con el político.
Añade que:
La ley vale para España y para el show del pequeño Nicolás, trasunto de la España fin de ciclo de 2014. No es porque llevara empresarios chinos, españoles o judíos, al despacho de Jaime García-Legaz. Ni porque se sentara juguetón en su silla de secretario de Estado de Comercio. Ni siquiera porque García-Legaz le abriera las puertas de FAES. Tampoco porque García-Legaz fuera asiduo a las «fiestukis» del chalet de Carbonero y Sol. García-Legaz tiene que dimitir por haberlo negado. Negar lo obvio puede significar que la calificación de «imprudencia» encubra cosas peores.
Y concluye que:
Las medio-verdades de Fran Nicolás se sostienen en las negativas absurdas de otros.