Este 23 de diciembre de 2014, escribe David Torres en Público una columna titulada ‘Balas y butano’ en la que arranca diciendo:
Cuando empezaron a filtrarse los primeros datos del kamikaze casero que estrelló un coche cargado con dos bombonas de butano contra la sede de Génova y se descubrió que el culpable era un hombre con un historial de problemas mentales, que apenas había acabado la EGB, aficionado a las drogas y peleado con el código de circulación, hubo cierta inquietud por si podía tratarse de un alto cargo del PP.
Añade que:
Durante unos instantes no se supo si la película era Aluniza como puedas o Uno de los nuestros: the Carromero connection.
Y concluye que:
De inmediato la prensa amiga le enfundó a Monedero un uniforme de butanero.