Este 29 de diciembre de 2014, escribe Graciano Palomo en El Plural una columna titulada ‘2015, el año de la de Dios’ en la que arranca diciendo:
Veo los acalorados debates televisivos (en algunos hasta participo) con el eje central de «Podemos», con el ninguneo al PSOE como legendaria formación que fue de la izquierda, y con el PP arrinconado a propósito de las corruptelas y el detritus social de España.
Añade que:
El año que está a punto de alumbrarse será decisivo en muchos aspectos. Comprobaremos si, en efecto, la crisis y sus efectos es cosa del pasado; podremos sumar los votos que las «escobas robesperianas» cosechan; describiremos si Pedro Sánchez es el líder que la socialdemocracia necesita (¡denle una oportunidad!) y, por fin, en las primeras semanas de enero del 2016 (no antes), sabremos si el Partido Popular mantiene el poder de la nación o si se va con el rabo entre las piernas.
Y concluye que:
Se mire por donde se quiera, España , con sus problemas, nunca tuvo más motivos para sentirse esperanzada. Empezando por la invocación a la Transición que algunos han tenido la osadía de despreciarla, ningunearla , condenarla y fusilarla.
