Este 31 de diciembre de 2014, escribe Enric Sopena en El Plural, una columna titulada ‘Mas, reaccionario: le parece bien el orden franquista porque así su padre, empresario, pudo seguir trabajando’ en la que arranca diciendo:
Estos delincuentes, Macià Alavedra y Lluis Prenafeta, fueron, y siguen siendo, algunos de los amigos de confianza de Jordi Pujol y de su chorizada familia. También hay que recordar a Fèlix Millet, el héroe nacionalista del Palau de la Música. Millet era asimismo un amigo muy próximo a Pujol. A todos ellos se les sigue denominando «presuntos corruptos,» pero cada vez están más claros sus enormes digamos estafas.
Añade que:
Fracasó notoriamente en su aventura empresarial con Prenafeta. Su acceso a la política se lo abrió Pujol, amigo del padre de Mas. En un libro hagiográfico, llamado Servir Catalunya. Artur Mas. L´Home, el polític, el pensador, dijo lo siguiente: «Nunca mis padres fueron franquistas, pero consideraban que, cuando llegó, Franco puso orden». Y añadió literalmente Artur: «Esto del orden era importante para aquella gente (sus padres), porque el orden era la garantía de poder continuar haciendo su trabajo, de (así) poder continuar fabricando».
Y concluye que:
Su padre fue un rico fabricante. El orden de Franco azotaba a los obreros, protegía a los poderosos y encarcelaba a los disidentes, y eso, si no los mataba por ser rojos, socialistas o republicanos. ¡Este es Artur Mas, un reaccionario!
