Cayetano Gonzalez

Año electoral.

Dice el refrán popular que «año de nieves, año de bienes». No sé si en el 2015 veremos mucha nieve en las ciudades de nuestra querida España, pero lo que sí es seguro es que en el año que acabamos de comenzar habrá varios procesos electorales, algunos ya con fecha fija. Es el caso del domingo 24 de mayo, día en que se celebrarán elecciones municipales y autonómicas, estas últimas, en trece Comunidades: todas, menos Andalucía, Cataluña, País Vasco y Galicia. Y quedan dos citas electorales más por concretar: en los próximos días se sabrá si el Presidente de la Generalitat, Artur Mas, adelanta las elecciones en Cataluña y en cuanto a las elecciones generales, si el Presidente del Gobierno no las adelanta, cosa que no parece que vaya a hacer, se tendrán que celebrar entre noviembre de este año y enero del próximo.

En cualquier caso, una vez pasadas las fiestas navideñas, toda la actividad política va a estar marcada por este horizonte electoral, con varias claves a tener en cuenta. En primer lugar, la fuerte irrupción de Podemos -todas las encuestas conocidas la sitúan como segunda, tercera o incluso primera fuerza política- en el mapa electoral, supone en la práctica el final del bipartidismo que ha funcionado en España desde la transición política. La alternancia en el poder entre un partido de centro-derecha, fuese la UCD o el PP, y un partido de centro-izquierda, el PSOE, ya no será la única salida política posible. Es más, incluso esa fuerte presencia de Podemos puede obligar a los dos grandes partidos tradicionales a buscar algún tipo de alianza tras las próximas elecciones generales para formar gobierno, sobre todo, si se quiere impedir el acceso al poder de la formación liderada por Pablo Iglesias.

El año electoral que acaba de comenzar coge a los dos grandes partidos, PP y PSOE, no en su mejor momento precisamente. Los socialistas no acaban de encontrar ni el camino de la recuperación electoral, ni su ubicación ideológica. Su nuevo secretario general, Pedro Sánchez, elegido para dirigir el partido hace sólo seis meses, suscita muchas dudas y son varios los dirigentes del PSOE -antiguos o actuales- que miran de continuo a la Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, como la única tabla de salvación.

Pero en el PP, las aguas también bajan revueltas. Las encuestas pronostican un fuerte retroceso de un partido que hace sólo tres años tuvo una holgada mayoría absoluta con casi once millones de votos. En las elecciones municipales y autonómicas de mayo, los populares pueden perder bastantes cotas de poder y provocar incluso un cuestionamiento del liderazgo de Rajoy. En definitiva, este año electoral no va a ser un año cualquiera. Sucederán muchas cosas, algunas difíciles de prever a día de hoy. Es la hora en que los ciudadanos, a través de su voto, tienen la palabra.

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