Charlie Hebdo, semanario satírico francés de izquierdas fundado en 1992 y todo un símbolo emblemático de la libertad de prensa en Europa, recibía continúas amenazas yihadistas e islámicas desde que en 2006 republicó caricaturas de Mahoma, aparecidas originalmente en el periódico danés Jyllands-Posten .
El medio siempre ha mantenido la misma postura respecto al ejercicio de las libertades, publicó el manifiesto de doce intelectuales como Salman Rushdie o Bernard-Henri Lévy a favor de la libertad de expresión y en contra de la autocensura. Así comenzaron los «problemas».
El 2 de noviembre de 2011 la sede del semanario fue atacada con cócteles Molotov provocando grandes daños tras publicar un número en referencia a la victoria de los islamistas en las elecciones de Túnez. En 2013 publicó La vida de Mahoma. Y ayer, 7 de enero de 2015, sufrió un trágico y devastador atentado; directo al corazón de la república.
La libertad de expresión y la libertad de prensa jamás deben ser limitadas por un acto, una barbarie como la ocurrida ayer en la capital francesa. Hemos asistido a un atentado hacia uno de los derechos fundamentales del ser humano, un acto que ha querido arrancar de cuajo el corazón de la libertad y hacerlo añicos. En definitiva, un terrible suceso que se lleva con él a grandes personas y a sus grandes ideas (las compartamos o no); una gran pérdida para el mundo y su evolución.
¿Qué es la libertad de expresión? Para empezar debemos aclarar que no es un derecho para decir lo que se quiera sin ninguna limitación. Es un derecho que permite a toda persona expresar y difundir, de cualquier forma y por cualquier medio, aquello que quiera; ya sea un pensamiento, una idea o una opinión de una forma libre y sin censura de ningún tipo (Art 20.1.a CE). Pero, ¿Qué limites podemos encontrar en ella? El respeto al honor, a la intimidad y a la propia imagen de todas las personas, así como el resto de derechos de los que todos somos titulares, y que, del mismo modo que aquél que se expresa libremente, tenemos derecho a ejercer y disfrutar (Art 20.4 CE)
Más de 3.000 policías buscan a los tres presuntos responsables (nacidos en Francia y de religión islámica) desde el mediodía del miércoles dentro de la mayor operación antiterrorista lanzada en las últimas décadas en el país. Bajo el grito de «Je suis Charlie» millones de personas se manifiestan en todo el mundo.
Por un mundo libre; por las ideas que valen la pena. «JE SUIS CHARLIE»
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— Qué Aprendemos Hoy (@QAHcom) enero 7, 2015