Este 8 de enero de 2015, escribe Maruja Torres en El Diario una columna titulada ‘2015: contra el miedo’ en la que arranca diciendo:
El miedo ofrece seductoras tentaciones que la razón no debe atender. La comodidad es una de ellas. Más que la comodidad, el conformismo. Los colegas de Charlie-Hébdo lo sabían bien.
Añade que:
Porque en tiempos de periodismo versallesco, la persecución de los libres por parte de los poderes, ya sean establecidos y votados u oscuros y violentos, ya sean de una religión o de otra, de un credo político u otro; ya sean censores de guante blancoo brutos atroces organizados en bandas y envueltos en su versión del dios con el que camuflan su cobardía… La persecución, cualquiera que sea, sólo tiene un freno: no aceptarla.
Y concluye que:
Y los miedos. Los miedos impostados e impuestos, que sólo pueden ser rechazados desde el profundo convencimiento de que lo único temible de verdad sería nuestro miedo.
