Este 9 de enero de 2015, escribe Antonio Casado en El Confidencial una columna titulada ‘No es el islam, es el terrorismo’ en la que arranca diciendo:
Sencilla y elocuente descripción de su antiguo abogado sobre Cherif Kouachi, 32 años, con largo historial de yihadista en los archivos policiales y uno de los supuestos autores de la masacre del miércoles en París: «Un aprendiz de perdedor».
Añade que:
Pero sí explican los observatorios del problema que la islamofobia ha aumentado no tanto por los crímenes de la yihad, sino a causa de la crisis económica.
Y concluye que:
En fin, de acuerdo con el presidente del Gobierno. Al menos por ahora, el problema no es el islam sino el fanatismo en su versión criminal. Por un dios o por una patria. De ambos terrorismos tenemos amarga experiencia en nuestro país.