Este 12 de enero de 2015, escribe Jesús Cacho en Vozpópuli una columna titulada ‘Francia y los cuatro días que estremecieron España’ en la que arranca diciendo:
«Me enteré a las 7,34 de la mañana, cuando bajaba por las escaleras de la residencia a mi despacho oficial en Interior. Díaz de Mera me telefoneó desde el coche que le conducía a la Dirección General de la Policía: ‘ministro, se acaba de producir una explosión en Atocha, pero no sé más’.
Añade que:
La unidad demostrada por la clase política francesa estos días ha supuesto, por eso, una lección en toda regla para la española, una demostración de unidad y coherencia, de patriotismo incluso, que ha puesto en evidencia el vuelo corto de una clase política empeñada en hacer valer el mito de esas «dos Españas».
Y concluye que:
La sospecha de que desde la tragedia del 11-M vivimos instalados sobre un gigantesco barril de pólvora susceptible de volver a explotar cualquier día sigue viva, simplemente porque no somos dueños de nuestro destino.