Este 19 de enero de 2015, escribe Xavier Horcajo en La Gaceta una columna titulada ‘Bolinaga, al infierno de las ratas’ en la que arranca diciendo:
«Boli», ¡Se te acabaron los potes! Ahí vas con tu chulería camino del cementerio. No puedo decir que lo sienta; aunque la muerte debería ser el punto y final a partir del cual el insulto no cabe, entre seres humanos.
Añade que:
Bolinaga es una de las peores estampas del país en nuestro imaginario queda la cadavérica imagen de José Antonio Ortega apenas capaz de sostener las gafas como saliendo de un campo de exterminio nazi de aquella tumba a la que le sometía el etarra durante 532 días a un verdadero entierro en vida. Incluso se negó ya detenido a decir a la Guardia Civil donde estaba el zulo-tumba de Ortega Lara…
Y concluye que:
¡Que bien le viene al Gobierno la muerte de Bolinaga! El cáncer zanja una de sus diferencias programáticas.