Este 20 de enero de 2015, escribe El Gran Wyoming en Infolibre una columna titulada ‘Coca-Cola versus Estado de derecho’ en la que arranca diciendo:
La concentración de los grandes medios de comunicación en pocas manos, así como su pérdida de independencia al pasar a ser propiedad de grandes corporaciones que dan prioridad a los ingresos publicitarios frente al derecho a la información que asiste a los ciudadanos, ha logrado que el caso del cierre de la planta embotelladora de Coca-Cola de Fuenlabrada haya pasado casi desapercibido para la mayoría de la población a pesar de ser el paradigma del mundo que viene: un mundo sin derechos, con leyes elásticas y una justicia testimonial donde la policía puede actuar contra sus dictados.
Añade que:
La ilegítima acción de los agentes antidisturbios golpeando a los trabajadores que llevaban casi un año acampados en la puerta de la fábrica, que tenían de su lado a la Justicia, que portaban la sentencia de la Audiencia Nacional que les daba la razón, echa por tierra el argumentario esgrimido noche y día por los responsables del Gobierno de que en un Estado de derecho todos estamos sometidos al dictado de ley.
Y concluye que:
Nuestros representantes en el hemiciclo legitiman con su silencio un sistema donde Coca-Cola manda más que la Audiencia Nacional.