El uno, Monedero, se troncha 425.000 euros en dos meses sin despeinarse, ¡que pelotazo de los del ladrillo de antes!, amen de vivir como un sátrapa en Caracas, suite en el centro Miranda, manutención, alojamiento y viajes gratis total y 5000 euros mensuales de bolsillo para sus cosejas. Y para darse el pote necesario se falsea sus curriculum (El Pais dixit y los implicados corroboran de que por Berlín, ni por el BCE ni por Puebla conocen al genio) al más puro estilo Nicolasejo con selfies incluidas como demostración de cercanía.
El otro, Errejón, no tiene empacho en que le aderecen, un colega del partido y de la peña, un contrato-beca exclusivo y a medida, a razón de 1.800 mensuales, hasta tronchar los 16.000 del ala, aunque se de la pequeña cuestión de que ni aparezca por el curro y lo que presente era cortas y pegas que tenía en el ordenador preparadas y de antes. Un chollo de los que no se dan sino te lo da la casta. Ahora los dos en amor y compañía, tutor y tutorado se van a dirigir la campaña electoral andaluza.
Y en cuanto a la pareja, el macho y la hembra alfa, en su propia y atinada definición, pues Tania considera que apretarle a su hermano mas de 1,2 millones por enseñarle a tocar la batería y a bailar la capoeira es algo normalísimo en el ambiente y que no hay porque escandalizarse ni siquiera porque ella misma y su padre es quienes le firmaban algunos de los contratos. Por su parte, el líder de la manada, el Mesias Pablo Iglesias, participe con sus amigos de los tronches anuales a Venezuela, hasta los 3,7 millones, con aquello del CEPS que puntualmente les abonaba el compañero Chavez, camina sobre la tierra con un séquito similar al del rey de Siam pero con estética grunge para ir de pobres. Una comitiva de quince le precede y le flanquea cuando llega a los platós, televisivos donde es el amo y señor, para que el amado líder se sienta como en casa tomada aunque sus interlocutores puedan sentirse intimidados, o es que de eso se trata. La escolta Podemita del elegido será la legión de asesores del mañana y ya hoy superan en número a los de cualquier procer de la denostada casta, presidente del Gobierno incluido y no digamos al pobre Sánchez. Claro que estos dos, con sus inmensos defectos, no se ven en la “obligación” de insultar a los periodistas que les incomodan y ponerse estupendos, heridos, ofendidos y querellantes cuando se osa hacerles alguna observación que les disgusta. Solo ellos tienen el derecho a faltar, denostar y vituperar a cualquier viviente que se oponga a sus designios, quizá sagrados, pero nadie, absolutamente nadie lo tiene por su lado a rechistar siquiera sobre sus dineros, sus enjuagues, sus prebendas, sus tronches, sus privilegios y sus mentiras. ¡Que castas!. Y eso sin haber, como quien dice, ni pisado todavía moqueta.
