Este sábado 31 enero 2014 Enric González titula Mario sus 43 Grados en El Mundo.
El nuevo Gobierno de Grecia pide que le perdonen una parte de la deuda. Y se niega, además, a negociar con la troika de acreedores. Lo primero es comprensible, hasta cierto punto.
Añade:
En el segundo asunto, la negativa a negociar con la troika, Grecia debería ser más concreta y exigir como interlocutor exclusivo al Banco Central Europeo.
Y concluye:
Ya que la Unión Europea se ha convertido en una tecnocracia en manos de una élite, aprovechemos lo mejor de ella. Y si el BCE es la única institución dispuesta a hacer política y a ocupar el espacio que dejan libre los mequetrefes elegidos por los ciudadanos, que sea el BCE quien actúe. Dentro de la desgracia, hay que dar cada día las gracias a Draghi.
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