Este domingo 1 febrero 2015 Pedrojota Ramírez titula Contra las tragaderas su Arponero Ingenuo en El Español.
El lunes en Tele 5 ya cambió de mentira -como quien sustituye una herencia infamante por un legado inocuo- y dijo que ni él “ni los dirigentes del partido que conozco” sabían que eso estuviera ocurriendo puesto que la caja negra “era de alguien, no del PP”.
Añade:
O sea que Bárcenas tenía allí un dinero sucio pero su alma era tan limpia que lo dedicaba a untar al arquitecto para que reformara con especial mimo las dependencias nobles de la casa a fin de que su jefe leyera más mullida y confortablemente el Marca.
Y concluye:
En iguales términos podrían dirigirse los andaluces a Susana Díaz por no depurar responsabilidades sobre los ERE o los catalanes a Artur Mas por pretender llamarse andana respecto a la corrupción del clan al que pertenecía. Y lo peor del caso es que la requisitoria empieza a ser también de aplicación a quien se presenta como abanderado de la nueva política. El mesiánico noli me tangere con que Pablo Iglesias ha reaccionado a las denuncias que afectan a su entorno -“Cuando tocan a Errejón, a Monedero o a Tania me están tocando a mi”-, como si Robespierre hubiera sido trasplantado al cuadro de Correggio, ya nos lo sabemos bien. Está a dos palmos de narices de la sin par doctrina de los estigmas que embalsamó al incorruptible señor X.