Este 6 de febrero de 2015, escribe José Oneto en República una columna titulada ‘En Europa ya se habla del ‘efecto Tsiglesias» en la que arranca diciendo:
Por primera vez, un sondeo electoral del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) ha ocupado el interés y la curiosidad de los medios políticos e informativos europeos, por lo que llaman el contagio griego, sobre todo, por ese fenómeno nuevo que ha surgido como un vendaval y que la prensa alemana ha bautizado como «Tsiglesias».
Añade que:
A diferencia de los griegos, los españoles buscan los motivos no en Angela Merkel o en la troika, sino en el propio país: la corrupción y la incompetencia de los grandes partidos condujeron a la burbuja inmobiliaria cuyo estallido hace siete años llevó al país al borde del abismo.
Y concluye que:
Los dos, no ocultan su preocupación por lo que parece que es el final del bipartidismo y entre algunos de los responsables del PP, hay quienes piensan que, en un momento determinado, hay que echar una mano al PSOE y sacan a relucir el pacto contra el terrorismo yihadista, cuando han sido precisamente los socialistas, y Pedro Sánchez, en persona, los que dieron el primer paso para recomponer el pacto.