Este 10 de febrero de 2015, escribe Pablo Planas en Libertad Digital una columna titulada ‘Monedero y Pujolemos’ en la que arranca diciendo:
Juan Carlos Monedero es un tipo boyante y un modelo de pasarela. Un día va de negro asambleario y al siguiente de profesor Bacterio, con una chaqueta desestructurada y una corbatilla de lana.
Añade que:
A Monedero, dados sus devaneos con Hacienda y el carácter entre turbio y opaco del origen de su patrimonio, se le puede confundir perfectamente con un miembro del clan Pujol, de igual manera que se le ha visto ataviado de Rasputín en la corte de las amigas de Lomana.
Y concluye que:
Pujol se cree víctima de una conspiración, que es lo mismo que piensa Monedero. Pujol mintió y Monedero no dice la verdad. Hay tantas coincidencias que a Podemos sólo le falta llamarse Pujolemos.