Esther Esteban

La trata y el trato

Dominique Strauss Khan, el que fuera responsable del Fondo Monetario Internacional está siendo juzgado por un presunto delito de proxenetismo, agravado por el hecho de ser el principal promotor y beneficiario de una red de prostitución de altos vuelos, que prestaba servicios en orgías tanto en Francia como en Estados Unidos. Durante el juicio el acusado de 65 años de edad intentó convencer a los jueces de que no tenían idea de que las mujeres que participaban en sus orgías eran prostitutas, tomándonos a todos por tontos. En España tres conocidos abogados, un subteniente de la Guardia Civil jubilado, el vicepresidente de los empresarios de Murcia y otros conocidos vecinos y, en teoría, ciudadanos respetables de la zona son algunos de los presuntos clientes de una red de prostitución de menores -que ofrecía adolescentes de entre 14 y 17 años por Whatsapp-, captadas a través de internet, en discotecas y en un colegio. Algunos periódicos y revistas han publicado estos días un relato bastante preciso de como funcionaba esta red y sólo su lectura resulta repugnante.

«¿Cuántos años tienes?, me preguntó. Yo le respondí que 17. Entonces me pidió que me desnudara y me acostara en la camilla, boca arriba. Empezó a acariciarme y a besarme los pechos y la zona de la vagina. Luego quiso llegar a la penetración sin preservativo». Una menor, de 17 años, relataba así su encuentro con el que hasta hace muy poco era el vicepresidente de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (Croem), Juan Castejón, de 64 años. Ese testimonió y el de otras once víctimas más ha permitido desmantelar una red de proxenetas que prostituían a más de cuatrocientas mujeres en pisos de Murcia. Ofrecían un book fotográfico que permitía a los clientes elegir chicas a la carta por Whatsapp. Su producto estrella: doce niñas de entre 14 y 17 años que captaron en internet, en un colegio y en varias discotecas y a las que convencieron para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero con hombres de edad avanzada, casi todos mayores de 50 años, que demandaban relaciones íntimas con chicas cada vez más jóvenes, casi niñas.

Una de las prostitutas que participaban en la fiestas eróticas del Exministro socialista francés, afirmaba que era «el rey de la fiesta y solía estar rodeado en la cama por siete u ocho chicas a ser posible muy jóvenes. «Varios estudios han demostrado que los hombres, especialmente mayores que reclaman los servicios de una prostituta, prefieren que sea joven y preferiblemente niñas menores de edad. Por casos como estos aplaudo la decisión anunciada por el director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, de aumentar la presión sobre los clientes de servicios de prostitución, «hasta hacerla insoportable» con el fin de reducir la demanda, dentro de una segunda fase del plan contra la trata de seres humanos. Con el lema «Con la trata no hay trato» pondrá énfasis en el refuerzo de la prevención y concienciación de todos los ciudadanos y, especialmente, en los clientes potenciales de estos servicios, -un negocio que mueve en España cinco millones de euros diarios- además de en la localización de las víctimas para que dejen de ser invisibles.

Lo aplaudo porque la prostitución esconde una terrible lacra en torno a la trata de seres humanos para la exploración sexual, esconde un mundo sórdido que combina sexo y la drogas y casi siempre detrás de cada caso se esconde un drama terrible. Me parece muy bien que se sancioné a los que demandan estos servicios cerca de los centros escolares o en los arcenes de las carreteras o a quienes se ocultan bajo perfiles diferentes en las redes sociales e internet y aplaudo que el asunto se persiga igual que la violencia machista porque ¡al fin y al cabo! esta es también se admita o no una forma más de violencia contra las Mujeres aunque siga estando aceptada. !Con la trata no hay trato!.

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