Este 13 de febrero de 2015, escribe Joan Tapia en El Confidencial una columna titulada ‘Mas sale vivo, pero tocado’ en la que arranca diciendo:
Cataluña está instalada, tras el nuevo y renqueante pacto entre Artur Mas y Oriol Junqueras -logrado bajo la presión de las entidades independentistas y transversales como ANC y Òmnium- en una campaña electoral de ocho meses que acabará el 27 de setiembre.
Añade que:
Hasta hoy Artur Mas se ha demostrado un político resistente y capaz de resucitar tras su errores. Ahora las encuestas apuntan a un mapa político catalán muy fragmentado (entre otras cosas por la aparición de Podemos), en el que ERC le disputa la primera posición y en el que tampoco es seguro que el posible pacto CiU-ERC siga teniendo la mayoría absoluta algo raspada (71 diputados, tres más de los 68 requeridos) de ahora.
Y concluye que:
Si el PP que está en el poder no ofrece nada, si el PSOE -que si ofrece- no manda en Madrid, y si ERC peca de radical e inquieta a la clase media catalana… Artur Mas intentará seguir. Pese a que el caso Pujol le ha dejado tocado y pese a sus errores, que no son pocos.