Este 20 de febrero de 2015 escribe Francisco Pérez Abellán en Libertad Digital una columna titulada ‘La banda que tocaba el órgano’ en la que arranca diciendo:
La guardia civil ha detenido a una banda que robaba en Valdemoro tocando los órganos sexuales, dándole a esto los medios de comunicación mucho bombo para el natural escarmiento cuando eso mismo es algo que hacen los políticos corruptos sin que se acabe de capturar nunca a toda la banda. Debería penarse doble robar tocando en salva sea la parte.
Añade que:
Los detenidos, delincuentes rumanos, son igual que los delincuentes españoles, ni más ni menos desesperados, que buscaban en los besos y abrazos o los tocamientos en la zona genital la distracción o pérdida de concentración suficiente para birlar la cartera.
Y concluye que:
En París y Dinamarca se muere por la libertad de expresión y aquí parece que no.