Este domingo 22 febrero 2015 Lluis Bassets titula Sin conductor su Tormenta perfecta en El País.
En este nuevo tipo de guerras sigilosas las treguas son un instrumento bélico más. Pueden serlo incluso los acuerdos nominalmente de paz.
Añade:
Es lo que ha sucedido con Minsk II, obtenido tras una larga reunión de 17 horas en una auténtica cumbre con los cuatro jefes de los ejecutivos de Francia, Alemania, Ucrania y Rusia para terminar con la guerra en Donetsk y Lugansk.
Y concluye:
La prueba de que incluso la paz sirve para la guerra, ya no en la inversión de las palabras como sucedía en la novela de Orwell 1984 sino en los hechos, es la resonante victoria de Debáltsevo, obtenida por los rebeldes pro rusos sobre el ejército de Ucrania una semana después de la tregua.