Este 20 de marzo de 2015, escribe Ramón Lobo en infoLibre una columna titulada ‘Pierden todos, gana Netanyahu’ en la que arranca diciendo:
Ha ganado Benjamin Netanyahu. Han perdido los palestinos, Barack Obama, la Unión Europea, las empresas demoscópicas y posiblemente Israel, instalado en un cortoplacismo peligroso, casi suicida. La mejor seguridad se alcanza con paz y progreso, no con las armas. Tener que ser siempre más fuerte que todos los demás juntos es una debilidad, un riesgo estratégico a largo plazo.
Añade que:
Con Netanyahu cuatro años más en el poder se puede decir que el acuerdo nuclear con Irán, que al parecer está a punto de alcanzarse, será papel mojado. No creo que se atreva a atacar en solitario, pero hará lo imposible para que descarrile el plan. El acuerdo con Irán es, sobre todo, una pieza estratégica. EEUU y la UE creen que así impulsan a los moderados en Irán y facilitarán la apertura del régimen.
Y concluye que:
La victoria de Netanyahu y el enterramiento de lo que estaba ya enterrado, la solución de los dos Estados, obliga a un aterrizaje brusco en la realidad, esa que viven desde 1948 cientos de miles de palestinos fustigados por Israel, los colonos y una Autoridad Nacional Palestina más interesada en cobrar subvenciones internacionales que en cambiar la suerte de su pueblo.