Este 21 de marzo de 2015, Carmen Tomás escribe en Europa Press una columna titulada ‘La peineta de Varoufakis‘ en la que arranca diciendo:
El ministro de Finanzas griego está perdiendo los nervios. Varoufakis debió creer que esto de ganar las elecciones en su país era ya el pasaporte para que toda Europa se rindiera a sus pies y se le facilitara la alfombra para transitar por Bruselas con sus propuestas bajo el brazo.
Añade que:
Aficionado a los juegos debió creerse que iba a torcer el brazo a sus socios y que sus propuestas, sus formas, sus exigencias iban a ser aceptadas sin más. O no es tan listo o se ha pasado de listo.
Y concluye que:
Grecia debe a sus socios millones de euros, necesita más aún y Varoufakis pensó que con su porte, su chulería, su menosprecio por los acuerdos y sus votos lograría de la Unión Europea lo que otros tuvieron que conseguir con diálogo, sacrificio, horas de negociación y humildad.