Este 24 de marzo de 2015 escribe Federico Quevedo en El Confidencial una columna titulada ‘Podemos no puede, pero Rajoy debe reaccionar’ en la que arranca diciendo:
Alguien convenció a Mariano Rajoy de que detrás del elevado porcentaje de indecisos que apuntaban las encuestas se escondía el voto oculto del PP, y que como consecuencia de eso el partido que en Andalucía lidera Juan Manuel Moreno iba a dar una sorpresa y obtener un resultado, sino igual al del 2011, sí al menos lo suficientemente abultado como para vencer a los peores pronósticos.
Añade que:
Es decir, que el souflé podemita se desinflaría en su primer encuentro con las urnas que de verdad deciden. Rajoy parecía convencido de que esto iba a ser así y se mostraba especialmente optimista, mucho más incluso de lo que aparentaban sus correligionarios andaluces, más pegados a la realidad y conscientes de que las cosas se les iban a poner más cuesta arriba. ¿Quién es ese alguien?
Y concluye que:
Y Rajoy debería empezar por rodearse de gente que le diga lo que de verdad pasa en la calle, y dejar de escuchar a un asesor al que su partido abona una pasta por unos consejos que cada vez son más perjudiciales para los intereses electorales de Génova 13.